Esta es una de las preguntas que más se repite a lo largo de los cursos y es que es uno de los temas que con frecuencia crea inquietud en las familias.
Suele pasar que en torno a los 18 meses, llegue el tío, la vecina o la abuela y diga: ¿Cuándo le quitaréis el pañal?.
Y es en este momento cuando empezamos a planear la mejor ocasión y cómo hacerlo para que sea lo más llevadero posible.
El problema es que hay un gran desconocimiento sobre el control de esfínteres que no nos permite ayudar y acompañar al niño de la forma más respetuosa.
Por eso en este post os vamos a contar cómo lo hacemos en clase y algunos consejos para conseguir que este gran paso para nuestros peques sea de la forma más respetuosa y natural posible.
¿Qué es el control de esfínteres?.
Es importante diferenciar que cosas se aprenden y que cosas se logran porque son procesos madurativos.
A controlar el esfínter no se aprende, sino que depende del estado madurativo del niño. Gatear, hablar o andar también son habilidades que no se enseñan, el niño las adquiere progresivamente.
Para explicarlo de una forma clara digamos que el cerebro establece conexiones con el sistema nervioso y los músculos que controlan el esfínter.
Es un proceso natural y hasta que esto no sucede, el niño no es capaz de controlar de forma voluntaria su esfínter.
Y como en todo, cada niño necesita su tiempo, unos más y otros menos.
Señales de que el niño está listo para dejar el pañal.
Como padres debemos estar atentos a las señales que día a día el niño nos va dando para así facilitarle esta etapa todo lo posible, preparando el ambiente y acompañándolo para que se sienta capaz y seguro de sí mismo. Estas señales pueden ser:
✓ Se da cuenta de que acaba de hacerse pipi o caca y nos lo dice.
✓ Deja de gustarle el momento del cambio del pañal.
✓ Su pañal permanece seco por más tiempo.
✓ Intenta quitarse el pañal solo.
✓ Comienza a avisar cuando nota las ganas de hacer pipi o caca.
✓ Muestra interés al ver a otros ir al baño y quiere imitar.
✓ Se levanta con el pañal seco.
Operación pañal.
¿Qué podemos hacer para facilitar este proceso?
✓ Hacer los cambios de pañal en el baño, ya que es el lugar más relacionado con el pipi y la caca. Podemos empezar a cambiarlos de pie y frente al espejo para que sean conscientes de lo que le estamos haciendo.
✓ Ponerles ropa cómoda para que ellos puedan subírsela y bajársela e ir solitos.
✓ Proponerles en cada cambio de pañal sentarse en el orinal o WC, para ver si sale pipi o caca. También al levantarse por la mañana si vemos que el pañal está seco.
✓ Dejarles que nos acompañen cuando nosotros vamos.
✓ Esperar con paciencia a que ellos se quieran levantar y subirse la ropa sin presionarlos.
✓ Si observamos que hace caca o pipi siempre en el mismo momento del día, podemos anticiparnos y ofrecerles que se sienten.
✓ Preparar un ambiente cómodo y novedoso para el niño. Por ejemplo poner al lado del wc u orinal una bolsa para que eche el pañal sucio, una cesta con pañales limpios, ponerles cuentos para que los puedan ver mientras están sentados.
✓ Si vais a comprarles un orinal, ir con ellos y dejarles elegir para que se vayan sintiendo protagonistas de lo que está pasando y a la vez se motiven.
✓ Cuando ya no tienen pañal, es importante ponerles ropa que les permita autonomía y puedan quitársela ellos si hay algún escape.
✓ Podemos ponerles vídeos o leerles cuentos relacionados con el tema.
✓ Los pañales pants es una buena opción para cuando empiezan a controlar pero aún hay algún escape. El niño puede subírselo y bajárselo como si fuera una braguita o calzoncillo y empezará a tener esa autonomía que tanto les gusta.
¿Qué no debemos hacer?.
✓ Enfadarnos con ellos y regañarles.
✓ Obligarlos a permanecer sentados.
✓ Burlarnos o ridiculizarlos, tenemos que recordar que son pequeñitos pero con grandes sentimientos.
✓ Compararlos con otros, cada niño es único y tiene su propio ritmo. Al igual que los adultos.
✓ Castigarlos o mostrarnos tristes si hay escapes.
✓ Hablar con los demás de sus escapes delante de ellos.
✓ Forzarlos a dejar el pañal porque además de no ser nada respetuoso, es posible que estemos provocando el efecto contrario, alargando así el proceso natural.
✓ Tener prisas y presionarlos. Las prisas son las peores enemigas de los adultos.
A veces, aunque parezca que el proceso ya está controlado, puede suceder que retrocedan. Ante esto es importante no frustrarnos y continuar transmitiendo una actitud positiva para seguir aportándoles seguridad y confianza.
¿Cómo trabajamos el control de esfínteres en el aula?.
Observamos las señales que los niños nos van dando y que nos indican que el proceso ha comenzado.
En este momento la comunicación familia escuela es muy importante, ya que hay que estar coordinados.
Lo más importante es comprender que el pañal no se quita (no se lo quitamos), el pañal se deja.
Lo deja el niño/a que es el verdadero protagonista de este proceso, su proceso. Y esto no pasa en dos o tres días esto se consigue poco a poco.
No tiene nada que ver con las estaciones, esto es algo que decimos los adultos por propio interés.